Como ya saben, mi primera venta fue tan memorable como curiosa. Mi segunda gran venta fue al tío Juan Carlos, hermano mayor de mi madre, italiano constructor muy poderoso.
En aquellas épocas, cerca de 1966, no se viajaba como ahora. No existían las facilidades tecnológicas de hoy en día, la tarea de un agente de viajes en ocasiones se hacía casi imposible por la falta de información. La gente viajaba a Europa no solo en avión, era muy común ir en barco. Pero tampoco era tan accesible, por lo tanto, los viajes llegaban a no menos de 4 a 6 meses de estadía. Cuanta grandeza implicaba la responsabilidad de esa experiencia para un viajero. Épocas doradas donde ser agente de viajes era sinónimo de prestigio.
Mi primera tarea para la organización del viaje del tío Juan Carlos, fue armar un itinerario sumamente detallado: la ruta, el itinerario día por día, el recorrido marcado en mapa de carreteras, posadas, hoteles, atracciones. Importante remarcar los bancos donde iba a poder retirar dinero de la moneda en curso (no existía el Euro): pesetas, libras, etc. Restaurantes donde hablaban otros idiomas, estaciones de servicio, operadoras de teléfono. Y lo más importante, puntos donde se destacaba la arquitectura italiana, al final, como arquitecto perfeccionista, era lo que más le interesaba al tío Juan Carlos. Que fácil se me hubiese hecho tener el manual de algún mayorista europeo! Pero esta investigación profunda y personalizada tiene su encanto.
Recuerdo que la tarea me llevó 2 meses, me enseñó más de geografía e historia de Italia y Francia que en el mismo colegio! Mi tío tenía toda mi atención, porque no solo era investigación personal, el tener 40 años más que yo, el ser tan exigente y exquisito, sumado a cuentos y anécdotas inimaginables, hizo de este “trabajo” todo un descubrimiento. La otra parte importante fue estar alerta durante todo su viaje, no sea cosa que algo pudiera salir mal. Como lo reforzamos en nuestra misión, agente de viajes que se respeta, hace seguimiento antes, durante y después de su venta.
Otro detalle que me viene a la cabeza, fue que en esa época, se compró un carro Ford 0km de color blanco y azul. Me dijo que era la bandera de Uruguay, y al yo preguntarle donde estaba el sol? Su respuesta era, en Toscana!
Luego del tiempo invertido en esta venta, uno se pregunta: money wise?, no sé. Es parte de la experiencia de brindar buen servicio, todo una licenciatura.